EL ESTADO DE FLORIDA YA HA NOTIFICADO OFICIALMENTE SU INTENCIÓN DE SOLICITAR LA PENA DE MUERTE PARA PABLO IBAR EN LA REPETICIÓN DEL JUICIO
El pasado 10 de junio, durante la primera de las conferencias de seguimiento (status conferences) de las muchas que se van a realizar para organizar la repetición del juicio ordenada por el Tribunal Supremo de Florida, el Estado de Florida entregó ya su notificación de intención de solicitar la pena de muerte para Pablo Ibar. La Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar acaba de recibir constancia escrita de ello.
Ante tan grave e injusta iniciativa, dicha Asociación considera que:
a) La pena de muerte es un castigo cruel, inhumano y degradante que no tiene cabida en la sociedad del siglo XXI
b) Pablo Ibar es inocente;
c) declarado culpable erróneamente, ha esperado 16 largos años en el corredor de la muerte, para ahora volver al Tribunal de Broward County para someterse a un juicio justo;
d) el Tribunal Supremo de Florida ha reconocido que las pruebas contra Ibar son «escasas» y «débiles;»
e) Pablo Ibar, al igual que su familia, se solidariza con las víctimas del triple asesinato por el que fue condenado a muerte. Fue un crimen brutal y completamente carente de sentido y que no debe quedar impune. El Estado de Florida debe llevar ante la justicia a los responsables. Pero Pablo Ibar no fue ninguno de los perpetradores que se ven en el video de los asesinatos;
f) La defensa de Ibar ya ha presentado una batería de mociones para que se rechacen como pruebas el video, las declaraciones de los supuestos testigos oculares, así como la condena a muerte que el Estado de Florida intenta aplicar al amparo de una legislación recién aprobada y defectuosa;
g) La defensa de Ibar está preparada. No obstante, aún necesitamos la ayuda de las instituciones y de la ciudadanía en general para poder pagar el presupuesto para la repetición del juicio. Para más información sobre cómo contribuir a los gastos de la defensa de Pablo Ibar, consúltese la página web www.pabloibar.com.Hemos pedido el apoyo de algunas personalidades de la sociedad vasca. Estas son sus opiniones:
IÑAKI GOIRIZELAIA. Rector de la Universidad del País Vasco
Quiero manifestar públicamente mi postura radicalmente contraria a la aplicación de la pena de muerte. Creo que ningún ser humano puede disponer de la vida de otro. Del mismo modo, los estados deberían excluir esa medida de su legislación penal.
JON MIRENA LANDA Catedrático de derecho penal de la Universidad del País Vasco
La pena de muerte hace tiempo que comenzó a abolirse en los países civilizados. Abolición que vino de la mano de una mayor sensibilidad y más profunda comprensión de lo que supone la dignidad de la persona. Este proceso de civilidad, no obstante, no es lineal: a veces se topa con resistencias y flujos con reflujos. Pero está en nuestra mano, en la de todos nosotras, reivindicar una justicia humana; no inhumana; una justicia proporcional; no desproporcionada; una justicia cuyo ejercicio no sea mirado –como a buen seguro lo será- como bárbara por las generaciones futuras. No a la pena de muerte, por quienes la sufren pero sobre todo por los que creemos que la organización social se enraíza en la dignidad humana y los derechos humanos que de ésta necesariamente se derivan.
JOSE LUIS DE LA CUESTA Director del Instituto Vasco de Criminología
Mi primer sentimiento es de rabia y de solidaridad y apoyo a la familia de Pablo. La noticia supone un nuevo mazazo a nuestras esperanzas de un juicio justo y con garantías. Con carácter general, como jurista y profesor universitario, pretender una justicia que merezca el nombre de tal aplicando la pena de muerte, me resulta algo absolutamente inconcebible. Identificar la justicia con el hecho de ajusticiar al criminal, haciendo tabla rasa de todo lo que la criminología y la victimología nos enseñan en este campo, constituye en efecto, un auténtico sin sentido. Conocidas, además, las circunstancias del caso el rechazo que me suscita, como ciudadano, es ya hasta visceral.
PEDRO MIGUEL ECHENIQUE Catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad del País Vasco
Pablo Ibar. Casi veintidós años en la cárcel, la mayoría de ellos en el corredor de la muerte. Me parecen difícilmente imaginables las condiciones físicas y psicológicas de ese régimen carcelario. Muchos años de una lucha titánica de la familia y amigos para lograr la anulación de la sentencia.
La repetición de la petición fiscal de la misma pena, haciendo caso omiso a las evidencias de la debilidad de las pruebas aportadas, que han llevado a la anulación de la sentencia.
Una pena, la pena de muerte, que está proscrita en el continente europeo, gracias al Consejo de Europa.
No me corresponde juzgar a Pablo Ibar. Pero, como europeo, desde mis convicciones democráticas, debo clamar contra una situación de profunda injusticia y contra la petición de una pena inaceptable. Y debo clamar contra los errores del sistema judicial que ha obligado a una larga, larguísima condena, ya purgada anticipadamente, aunque Pablo sea, finalmente, declarado inocente.
FRANCISCO ETXEBERRIA Profesor de Medicina Forense Universidad del País Vasco
Todas las reflexiones que han hecho los grandes pensadores sobre la pena de muerte, señalan lo improcedente de esta técnica para hacer justicia. Si aceptamos el derecho a la reinserción de cualquier persona, no se entiende que pueda llevarse a cabo una medida tan cruel e irreversible como la pena de muerte. Sentados los principios universales de los Derechos del Hombre, la pena de muerte es uno de los actos más aberrantes que pueden llevar a cabo las instituciones oficiales. La percepción sobre los Derechos Humanos no es igual en EEUU y en Europa. Aquí pensamos que la pena de muerte es un acto de profunda injusticia.
MIREN ORTUBAY Profesora de Derecho penal UPV-EHU
Pablo Ibar lleva 16 años encerrado en el corredor de la muerte, lo que constituye un trato cruel e inhumano. Es una vulneración de sus derechos, que se añade a la de haber tenido un juicio sin garantías; una tortura que ahora pretende prolongarse con una nueva petición de pena de muerte. ¡No podemos permitirlo!
La pena de muerte degrada éticamente y deshumaniza a la sociedad que la permite, pero además, con su ejecución, el Estado lanza un ejemplo de desprecio a la vida humana que se traduce siempre en un incremento de la violencia social.
GARBIÑE BIURRUN Jueza, Magistrada del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco
El progreso de la humanidad se muestra en la respuesta cabal de la justicia. La pena de muerte nos sitúa en el terreno de la irracionalidad y de la pura venganza. Un juicio justo es un derecho humano inalienable. Pablo Ibar merece justicia cabal y racional en un juicio justo.
TOTI MARTINEZ DE LEZEA Escritora
Resulta difícil de entender que, a estas alturas, exista la pena capital en un país que se supone civilizado y democrático, y que pueda torturarse a un ser humano durante décadas manteniéndolo en el corredor de la muerte. Pero es aún más incomprensible que un jurado popular condenara a Pablo Ibar en un juicio plagado de irregularidades, basándose en un rostro borroso que aparece en un vídeo, y que el Tribunal de Florida, veinte años después, pretenda solicitar nuevamente para él la última pena a pesar de las alegaciones existentes a su favor.
Tras media vida esperando cada día a la muerte, Pablo Ibar tiene derecho a probar su inocencia en un juicio justo, sin prejuicios, despropósitos y pruebas amañadas.
PILAR KALTZADA – Periodista
La petición por parte del fiscal, una vez más, de pena de muerte para Pablo Ibar debe hacernos reaccionar contra una justicia que no lo es.Exigimos que el camino recorrido por Pablo para salir del macabro corredor de la muerte sea de “no retorno”. No podemos aceptar la mera posibilidad de que el horizonte del nuevo juicio incluya la vuelta atrás en ese macabro corredor, diseñado por la auto-denominada justicia para atacar el derecho más básico de todos: el derecho a la vida.
La petición de pena de muerte en el nuevo juicio es una amenaza latente que no podemos aceptar. Creo en la inocencia de Pablo, y creo en una justicia que prima la búsqueda de la verdad frente al castigo ejemplar. La justicia si llega tarde deja de ser justa. Si no respeta los derechos, no es justicia. Si confunde mano dura aplicada de forma indiscriminada, no es justicia. Si no ofrece garantías, no es justicia.
ESTIBALITZ RUIZ DE AZUA, Periodista
Porque es cruel. Porque en este ojo por ojo se producen errores. Porque no es reparadora para con las víctimas. Porque no disuade contra la delincuencia ni evita que se comentan crímenes. Porque no es justa. Porque no soy nadie para decidir sobre la vida o la muerte de una persona, sea esta culpable o inocente. Por todo ello, no a la pena de muerte.
ISABEL URKIJO AZKARATE Activista por la Igualdad y los Derechos humanos
En muchas ocasiones, miramos con horror las actuaciones absolutamente irrespetuosas con los derechos humanos de países llamados del tercer mundo o pobres. Son países esclavos cuya explotación, en parte, mantiene nuestro mundo de bienestar. Los derechos de sus ciudadanos no son los mismos que los nuestros y lo podemos comprobar, sin ir más lejos, mirando a los refugiados llegados de Siria.
Sin embargo, en el mundo de los privilegiados, hay un país, el más potente de todos, Estados Unidos, que comete la mayor vulneración de los Derechos Humanos a través del asesinato de ciudadanos con el beneplácito y el amparo de la legislación ordinaria.
No voy a ser yo quien juzgue lo que hizo o dejó de hacer Pablo Ibar. Pero sí estoy absolutamente convencida de que su ejecución jamás saldará ninguna deuda con sus hipotéticas víctimas, ni con la sociedad y, por otra parte, sí convertirá al Estado ejecutor en un victimario de una catadura moral tan ínfima como el mayor de los asesinos. Ni quiero ni puedo ser cómplice de un asesinato; por ello, me rebelo contra la petición de la pena de muerte para Pablo y para todos los que están como él en todas las cárceles del mundo. ¡No a la pena de muerte!
PAUL RIOS. Activista de Derechos Humanos
Decía Victor Hugo que la pena de muerte es un signo peculiar de la barbarie. Añadiría que es un signo también de crueldad. Tras muchos años en el corredor de la muerte, con el sufrimiento que ello conlleva, me parece extremadamente grave que la fiscalía insista en pedir la pena capital para Pablo Ibar. Ninguna persona se merece pasar por lo que él ha pasado y le muestro todo mi apoyo y solidaridad.
IÑAKI HERNANDO, Amnistía Internacional de Euskadi
Amnistía Internacional se opone incondicionalmente a la pena de muerte en todos los casos, por tanto se opone igualmente a que el Estado de Florida la solicite para Pablo Ibar. Además, Amnistía Internacional considera que un juicio justo es un elemento esencial de la justicia y que por tanto tampoco puede faltar en el caso de Pablo Ibar.
MARTIN BERASATEGUI y DAVID DE JORGE Cocineros
Lo nuestro no son las leyes, sino proporcionar felicidad a partir de la gastronomía. Dicho esto, nos parece como mínimo una injusticia que Pablo Ibar haya pasado la mitad de su vida en el corredor de la muerte, habiendo como hay pruebas sólidas de su inocencia. El propio Tribunal Supremo de Florida ha anulado su condena a muerte porque según decían sus jueces, no se podían fiar de una sentencia producida en un juicio en el que no hubo una defensa letrada eficaz. ¡Esta pesadilla debe acabar cuanto antes!
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