Cartas de Pablo Ibar

28 de septiembre de 2009:

Carta Abierta de Pablo Ibar en la que explica cómo se sintió tras la audiencia probatoria del mes de marzo, en la que se solicitó un nuevo juicio por entender que no se habían respetado sus derechos constitucionales en el juicio en que había sido condenado a muerte.

Estimados amigos y amigas:

Sin vuestra ayuda y apoyo, no creo que yo ni mi familia hayamos podido experimentar ese día tan maravilloso en el tribunal que creo haber experimentado.

Fue un gran aliciente ver por fin cómo mi apelacion tiraba para adelante. Pero mentiría si no dijera que estaba muy nervioso, inquieto y preocupado porque quería que todo saliera bien. Y la verdad es que creo que salió todo fenomenal. Llegó aquí en el corredor de la muerte ya muchos años. He hablado con muchos presos aquí en el corredor y que ha acudido a la biblioteca jurídica para estudiar casos. Hasta ahora nunca me he cruzado con un caso en el que un abogado defensor testificara como lo hizo mi antiguo abogado de oficio. ¡Y el Estado de Florida no llama a nadie para testificar y refutar lo que el atestiguó!

Luego trajimos a un experto en identificaciones y éste atestigua que en su experta opinión, yo “y el hombre del video no son la misma persona”. ¡Y el estado tampoco llama a nadie para refutar su testimonio! realmente es increíble y se lo debo todo a mis fenomenales abogados. Tengo que agradeceros a todos vosotros que alguna vez me habéis apoyado y continuáis haciéndolo. Porque sin el Sr. Waxman y sus abogados no creo que esto pudiera haber sido posible. Me siento muy optimista y especialmente agradecido a todos y todas quienes me habéis ayudado en obtener una defensa letrada de calidad y por tanto Mejores posibilidades que creo que está trabajando mucho para demostrar mi inocencia y salvarme la vida.

Por fin creo que tengo una verdadera oportunidad de conseguir un nuevo juicio, demostrar mi inocencia con un abogado de calidad y volver a mi casa con mi maravillosa esposa y familia. Tengo que agradeceros a todas y a todos el haberme proporcionado esperanza en un lugar tan oscuro y solitario. Sigamos trabajando para conseguir este nuevo juicio y salvarme la vida. Muchísimas gracias del fondo de mi corazón y os agradezco el apoyo económico que me ha permitido contar con tan buena defensa.

Con toda mi gratitud y respecto,

Saludos,

Pablo.

Junio de 2009
Carta abierta de Pablo Ibar en la que comenta sus sensaciones con respecto a las declaraciones de un testigo que afirma conocer quién fue el perpetrador de los crímenes por los que Pablo había sido condenado a muerte.

Estimados amigos y amigas:

Soy yo otra vez. Voy a intentar expresar en papel exactamente cómo me siento con respecto a las nuevas pruebas. En primer lugar intento tener cuidado y no dejar mis esperanzas volar demasiado alto porque nunca se sabe cómo pueden salir estas cosas.

Pero, también tengo que decir que cuando mis abogados me hablaron de que este testigo identificaba a otra persona y que ésta le había confesado lo que había hecho, casi me caí de la silla. Yo les decía a mis abogados: “venga, ahora en serio, ¿me estáis diciendo la verdad?”. Llevaba mucho tiempo sin llorar pero no pude evitar que me salieran las lágrimas de los ojos. He estado esperando, pensando, soñando con algo así durante 15 años. Ahora por fin se ha vuelto realidad. Hay alguien por ahí que dicen que este hombre del video se parece a una persona que conoce. Alguien pone en duda mi culpabilidad. Alguien dice que está otra persona le confesó que fue él quien lo había hecho.

De verdad es que yo no desearía este castigo a mi peor enemigo. Es difícil expresar cómo me siento por dentro porque sólo quiero explotar de alegría. Quiero pegar saltos y gritos de alegría. Pero también he aprendido que en este lugar, en esta situación, quienes que guardártelo todo para ti y siempre prever lo peor pero tener las esperanzas puestas en lo mejor. Porque si no lo haces, la caída será muy dura. Así pues, con toda la esperanza y alegría que siento ahora mismo, debo mantenerme continuamente optimista y rezar para que ocurra lo mejor.

No obstante, creo que estas nuevas pruebas refuerzan bastante nuestro caso. Tengo muchas ganas de que me permitan un nuevo juicio en el que demostrar mi inocencia. Por fin me he topado con algo bueno. El mío es un caso muy duro. Me siento mucho más confiado y esperanzado de que sacaremos este caso adelante por lo que seguiré rezando y manteniendo una actitud positiva. Sólo quería compartir estos sentimientos con todo el mundo.

Saludos,

Pablo.

Octubre de 2008
Mensaje de Pablo Ibar, trasmitido a La Asociación contra la Pena de Muerte “Pablo Ibar”, trasmitido por si padre, Cándido Ibar.

Se ha puesto en contacto con nosotros Cándido Ibar, padre de Pablo, tras su última visita a su hijo en el corredor de la muerte. Nos ha comunicado que Pablo se encuentra con la moral muy alta y quiere agradecer, desde el fondo de su corazón, a todas las instituciones y a todas las personas que han contribuido con su dinero a su defensa. Con ese dinero se ha podido pagar, entre otras cosas, el trabajo de un perito en reconocimiento facial de reputación mundial que, en su peritaje, certifica que no concuerdan con el rostro de Pablo cinco puntos cardinales del rostro que aparece en la foto sacada del video de seguridad que fue la principal prueba de cargo en su contra. También agradece Pablo a todas aquellas personas que le escriben y le ayudan a recordar que hay todo un mundo más allá de las paredes que le encierran.

Antecedentes.

Pablo Ibar fue condenado a muerte por un triple asesinato que no cometió. Su abogado de oficio no supo presentar pruebas concluyentes que existían de su inocencia. Los dos individuos que perpetraron el triple crimen del que fue declarado culpable revolvieron toda la casa buscando algo tras perpetrar los asesinatos. Dejaron multitud de huellas dactilares, ninguna de las cuales concuerda con las de Pablo. Una cámara de video de vigilancia de ínfima calidad registró el triple asesinato cometido por dos individuos y del que fueron acusados Pablo y otra persona, Seth Peñalver. En ese video se ve cómo, tras revolver la casa en búsqueda de algo, uno de los individuos se quita una sudadera con la que ocultaba su rostro, se limpia el sudor de la frente, y arroja al suelo la sudadera. De ese momento procede la foto sobre la que se sustenta la condena a muerte de Pablo. Sin embargo, el ADN recogido en esa sudadera tampoco es el de Pablo. Estos hechos, junto con el informe del perito en reconocimiento facial y junto con otra serie de irregularidades que se produjeron en el proceso -y que supusieron una clara conculcación de los derechos constitucionales de Pablo- conforman la base sobre la que se sustenta la solicitud de que se declare nulo el juicio en el que Pablo fue condenado a muerte. La vista de esta apelación está prevista para finales de este año o principios del 2009.

 

4 de junio de 2008. Segunda carta de Pablo.
Hoy, mientras me siento en esta pequeña celda en el corredor de la muerte, no puedo evitar sentirme triste y preguntarme qué hubiera sido de la vida que tenía por delante…

Paso casi 168 horas a la semana en esta pequeña jaula, con mucho tiempo por delante conmigo mismo para pensar sobre la vida pasada, presente y futura. Hay gente que lleva viviendo en estas jaulas durante 30 años esperando su muerte o con la esperanza de otra oportunidad de no ser asesinados. Pero nos llamamos una sociedad civilizada. Mucha de la gente libre se preocupa por los niños no nacidos o por los animales extraviados pero no tienen problema en ejecutar a una persona porque podría haber cometido un asesinato. ¿Pero no es también asesinar el ejecutar a alguien y romper tus propias leyes de no matar? ¿Cuándo acabará esto? ¿Cuando detendrá la sociedad este injusto crimen contra la humanidad y sus compañeros los seres humanos? ¿Cuándo la ley y los funcionarios del gobierno seguirán sus propias leyes y tratar la vida como algo precioso, sin importar lo que alguien podría o no haber cometido?

¿Puedes creer en los Estados Unidos cuando permiten que se ejecute a seres humanos con veneno pero, a la vez, ese mismo veneno es ilegal para aplicar la eutanasia en animales? ¿Cómo podemos hacer esto a nuestro propio pueblo y la raza humana, y llamarnos una sociedad civil libre o pro vida? Entiendo que algunas personas han cometido algunos crímenes terribles contra la humanidad. Pero como gobierno y como personas, ¿no somos mejores que aquellos que cometen esos crímenes? Me gustaría creer que lo somos; sin embargo, en la situación en la que me encuentro ahora mismo, veo lo peor de la gente…

Me siento afortunado por otra gente en mi situación, ya que creo que mi inocencia me va a salvar de esta terrible máquina de matar. Además de la angustia mental que alguien podría pasar por la espera de su muerte encerrado en una jaula desde hace 30 años. Yo, al menos, tengo una asombrosa esposa y una familia que me muestran su apoyo y su amor incondicional. Ojala cualquier persona en mi misma situación tuviera el mismo apoyo y el mismo amor que yo siento. No sólo tengo el apoyo de mi familia; también tengo el apoyo de todo un país que está tratando de salvar la vida de uno de sus ciudadanos. Hay muchas personas de España que me escriben, que me apoyan, que creen en mí y en mi inocencia. Os agradezco desde lo más profundo de mi corazón; no sé cómo sería mi vida ahora mismo en este oscuro y terrible lugar. Sé que llegará el día en que podré celebrar mi libertad y la justicia porque soy una víctima, y mi familia también son víctimas.

Esa es la razón por la que solicito cualquier ayuda, cualquier apoyo. Por favor, ayudadme a probar mi inocencia y salvar mi vida de esta injusta máquina de matar. Creo que juntos podemos demostrar mi inocencia y abrir las puertas a mi vida.

De nuevo os dejo, con todo mi amor y toda mi gratitud. Estoy deseoso de compartir mis opiniones, puntos de vista y la experiencia de vivir día a día en este solitario, oscuro y horrible lugar. Sin embargo, incluso el espíritu de compasión de algunos de nosotros por aquí hace los días más soportables, incluso sólo por unas horas, o un día o dos. Rezo a Dios cada noche por aquellos que no son tan afortunados, porque siempre trato de decirme a mí mismo: podría ser peor. Quiero agradecer personalmente al gobierno vasco y al gobierno español su ayuda y apoyo para tratar de salvar mi vida. Qué Dios les bendiga a todos,

Sinceramente,

Pablo

20 de mayo de 2008. Primera carta de Pablo Ibar
Un saludo para mis amigos y para toda la gente que me apoya en esta lucha contra la injusticia cometida contra mí y contra la humanidad.

Desafortunadamente, todavía me encuentro en el corredor de la muerte por un crimen que no cometí. Tengo algunas noticias que transmitir a todos aquellos que os interesáis por mí. Tuvimos un retroceso en nuestra lucha para abolir esta cruel e inhumana maquina de muerte. La Corte Suprema de los Estados Unidos denegó la apelación sobre la inyección letal. Un día esta terrible máquina de matar será abolida de una vez por todas.

La pena de muerte no tiene lugar en el sistema penal porque los errores están el sistema, a todos los niveles. Una cosa es mandar a prisión a un hombre o a una mujer, pero otra es acabar con una vida irremplazable debido a la posibilidad de que exista un error. Así que, hasta que las leyes sean perfectas y los errores humanos no existan, no tenemos derecho a quitarle la vida a nadie. Cada persona acusada de un delito tiene derecho a al debido proceso.

Sin embargo, cada etapa del proceso deja espacio para cometer errores. Error tras error, con el conocimiento de que los errores pueden darse, y de hecho se dan. ¿No es peligroso ejecutar legalmente a una persona cuando existe la posibilidad de haber cometido un error? Además, si está mal que un criminal quite la vida a alguien, qué sucede con el sistema legal en los Estados Unidos de América, que se da la vuelta y hace lo mismo, cuando todos sabemos que los errores suceden y sucederán. Especialmente cuando lo que está en juego es la ¡vida!

En los últimos años, descubrimientos científicos, como las pruebas del ADN, nos han descubierto que hombres inocentes han pasado en el corredor de la muerte 20 o más años. Esto no hace más que reforzar el innegable hecho de que hombres y mujeres inocentes han sido ejecutados. Si ha sucedido una vez, una sola vez, significa que puede volver a suceder. Estos riesgos no deben ser ignorados. Enjuiciamientos de mala fe, identificaciones erróneas, testimonios bajo perjurio, confesiones falsas bajo coacción, pruebas científicas erróneas y errores de la abogacía, dan la oportunidad de condenar erróneamente a alguien por un crimen que no cometió. Así, ejecutar a alguien con todos estos factores es una terrible injusticia del sistema legal.

Si Dios quiere, llegará el día en que este Gobierno reconozca sus errores y abandone esta máquina de muerte. Hasta la próxima, paz y amor. Mi lucha continuara con vuestra ayuda, con vuestro apoyo. Sé que sobreviviré a esta errónea convicción y a esta máquina de muerte,

Que dios os bendiga,
Pablo

ayuda Pablo Ibar